Krasnoyarsk 4º y ultima parte.

Y hoy por fin llegamos a la 4º y ultima parte de estas mini vacaciones, por que por desgracia todas las vacaciones acaban tarde o temprano.

El día lo empezamos como cualquier otro, nos levantamos sobre las 12 desayunamos, y aquí empezó nuestro dilema, por que era el día que nos íbamos, y no queríamos arriesgarnos a perder el tren por lo que decidimos hacer algo interesante, pero cercano, ya que no queríamos volver a perdernos como la ultima vez.

Por lo que decidimos ir a hacer snowboard, si bien había tenido la oportunidad de practicar snowboard, de vez en cuando en Tomsk, lo cierto es que la pista dejaba bastante que desear, pero ya contare eso en su momento.

Una vez ya listos para el día en la nieve con nuestros termos llenos, nos fuimos para allá, si bien esta vez solo cogimos un autobús a pesar de que tuvimos que andar un poco mas, ya que no queríamos mas sorpresas con los autobuses y así fue, en cuestión de 20 min, nos plantamos en las pistas de esquí, que estas ya eran algo serio y se veían bien, por lo que estaba bastante ilusionado de poder poner en practica mis recién retomadas habilidades con la tabla.

Vista de la principal pista.

Lo primero que hicimos evidentemente fue ir a por el material, si bien el sistema era un poco extraño, ya que había que pasar por una caja, te hacían una foto y una copia de tu documento y entonces pasabas a alquilar, donde empezó nuestra primera sorpresa del día, ya que el chaval que estaba encargado de los materiales se ofreció a hacernos un descuento, bueno no a nosotros, si no a una de las chicas que vivía, en el piso en el que estábamos, pero lo teníamos que alquilar bajo manga, no sabíamos muy bien como se iba a hacer por que ya habíamos dado nuestros documentos, pero de todas formas un ahorro es un ahorro, así que dijimos que si y acordamos que le pagaríamos a la vuelta, pero se lo tendríamos que dar todo exacto y en mano, como al fin y al cabo era pagar después de usar el material o sea que el dinero no lo perdíamos, así que ya equipados nos fuimos a comprar los tickets, aquí funcionan de varias formas o el abono típico que yo siempre he comprado, o por viajes, puedes comprar una sola subida en el telesilla o varias depende lo hábil que te veas.

Como ya decía, yo me sentía cómodo otra vez con la tabla pero no sabia como seria en una pista de este tamaño, así que al lio nos fuimos.

Antes de empezar, me comprometí a darle unos pequeños consejos a la chica que nos acompañó allí, ya que era su primera vez, si bien no soy un profesional, no tenia ella nada mejor a mano, así que mientras los otros se iban a disfrutar yo me quede enseñando, haciendo lo mejor que pude le di un par de consejos y le explique mas o menos como bajar y allí la deje, para que fuera cogiendo practica.

Mientras, me fui ya para el telesilla para poder al fin empezar, si bien la casualidad quiso que se montara conmigo un monitor de esquí, tras unos minutos el hombre se decidió a hablarme y tratar de conversar, cosa difícil por que él no hablaba nada de ingles y mi ruso sigue así así, pero bueno como ya he dicho a muchos rusos les gusta hablar con 

Bajada en una de las pistas.

extranjeros, mas cuando le dije que era de Español, que él pensaba que no teníamos nieve ni nada, así que hablando y hablando me pase la primera bajada, y me fui a la segunda, gran error ya que era el comienzo bastante escarpado, cuando bajamos el monitor me comento que tenia curiosidad por ver como hacia Snow y por ver mi nivel medio, claro que con esa inclinación, lo cierto que poco podía hacer y fue mas que una bajada una caída, pero bueno hice lo que pude. No suficiente por lo que se ve, ya que el hombre se acercó y empezó a darme consejos, si bien al cabo de un rato se convirtió en una clase, ya que se tiro conmigo una hora explicándome y ayudándome a pulir ciertos defectillos en mi cuasi profesional técnica.

Lo cierto que después de la clase, me sentía mucho mas confiado y ya bajaba perfectamente casi sin roda, por lo que me sentí en la obligación moral de pagarle la clase, también por que veía que había aprendido bastante, sobre todo aprendí por signos, por que ya digo que el hablar era un poco difícil, pero lo conseguí ya podía bajar una montaña dignamente, pero el hombre se negó a cobrarme ya que decía que era un regalo, así que aquí vemos como todo compensa, yo desinteresadamente doy unos pocos consejos y 5 minutos después tengo mi profesor particular, así que bastante bien, solo me quedo darle las gracias mil veces e ir a lio otra vez.

Otra de las pistas, pero ya llego el mal tiempo.

Después de esto, fui a comprobar como iba nuestra acompañante y lo cierto que ya se desenvolvía bastante bien, supongo que gracias a mis magistrales instrucciones. Por lo que satisfecho me fui a comprobar mis nuevas habilidades, pero se me volvió a pasar la parada y me toco empezar desde arriba que era bastante difícil pero sobreviví y en general todo muy bien, ya bajaba la ladera perfectamente. Por lo que me quede en esta pista durante el resto de las 2 horas que teníamos alquilado el material, también por que mientras había estado dando esta clase habían cerrado las pistas largas, pero bueno era una bajada bastante interesante y divertida.

Las pistas otra vez.

Ya cuando el tiempo se nos acababa, empezó a nevar y a ponerse un día bastante negro, pero tuvimos suerte que fue al acabar, por lo que ya un poco medio congelados, nos fuimos a pagar el material de manera un poco escondida de lo que se encargo nuestra guía.

Después de esto, rápidamente cogimos el autobús y nos dirigimos para el apartamento menos mal que ya teníamos todo preparado así que  nos duchamos cogimos la maleta y volamos para la parada del autobús, aunque sin darnos cuentas con la despedidas y agradecimientos varios a todos por su hospitalidad y demás, se nos había hecho la hora, nuestro autobús no aparecía, así que nos toco coger un taxi e ir para la estación corriendo, llegamos casi in extremis, cuando nuestro tren le quedaban escasos minutos para salir. Sorpresivamente, allí fue a despedirnos otro de los chicos que había estado conviviendo con nosotros y a asegurarse de que llegáramos bien, muy majo el.

Tomando un aperitivo antes de las cartas.

Bueno lo normal seria después de un larg   de día de esquí, irnos a la cama rápidamente, pero en el tren, nos encontramos con un chaval que hablando con uno de mis compañeros, descubrió que él era Francés, muy amablemente empezó a pedirle que le dijera palabras en francés ya que es la lengua del amor y demás, lo cierto que aparte de ser muy majo estaba muy borracho, por lo que era bastante divertido el ver como repetía las frases mas o menos correctamente se puede decir, mientras me pedía a mi todo el rato que le corrigiera, no haciéndome caso de que yo era Español y que de francés poco, así que tras un rato de clases de pronunciación, nos quedamos ya mas tranquilos y agotados. Por lo que jugamos unas pocas partidas de durak, con las compañeras que tenían mis compañeros y a dormir. Esta vez, yo estaba en el medio del tren, en las camas que están en el pasillo, por supuesto en la de arriba, ya que compramos el ticket un par de días antes, y lo primeras que se acaban son las inferiores.

Shhhhhh.

Y eso seria todo, si no fuera por que pensábamos, que para volver a Tomsk desde Taiga, teníamos electrichka, pero lo que habíamos visto no era el tren regional, si no el transiberiano que viene desde Moscú, ese tan nuevo y majo, pues ese resulta que no vale 3 euros como el otro, si no que 20, así que allí estábamos en una parada del transiberiano en mitad de la nada, con la única posibilidad de tren y el siguiente tardaría 8 horas, así que decidimos coger este. Lo positivo que era nuevo y teníamos cama, por supuesto en el medio y arriba, pero con lo cansado que estaba después del viaje me vino de perlas, así que pudimos dormir un par de horillas mas antes de llegar de nuevo a Tomsk, donde en pocos días perdimos a nuestro gran amigo Nicola, que se volvía para Francia.

Y así acabo el viaje a Krasnoyarsk y empezare no retomando mis comienzos en Tomsk si no con un viaje que hice poco después a Tiumen, para vivir como un autentico ruso en una aldea, pero eso para otro día.